Es un tratamiento electrolítico, con corriente alterna, que permite obtener acabados decorativos aprovechando la porosidad de la chapa anódica para colorearla.
Consiste en precipitar iones metálicos (pequeñas partículas con carga eléctrica) de soluciones de sus correspondientes sales, en el fondo de los poros de la capa de óxido.
De acuerdo a las condiciones electroquímicas del proceso, se pueden obtener distintos colores y tonos.
Este sistema de coloración permite obtener colores cuya estabilidad a la acción de agentes atmosféricos agresivos y radiaciones solares, se garantiza por más de veite años.